Ahora que el otoño ha llegado, también lo han hecho los nuevos retos para cualquier persona en un viaje de pérdida de peso. Entre los dulces de Halloween, las cenas de Acción de Gracias y un sinfín de caprichos de temporada, es fácil sentir que el progreso se escapa. ¿La buena noticia? Si estás tomando un medicamento GLP-1 como la semaglutida o la tirzepatida, hay formas de disfrutar de la temporada sin perder el rumbo.
En esta época del año parece que los tazones de caramelos de Halloween están por todas partes. Los GLP-1 pueden ayudar a reducir los antojos de azúcar al ralentizar la digestión y favorecer la saciedad. Para evitar la tentación:
Acción de Gracias puede ser complicado con grandes porciones y sobras interminables. Los tratamientos con GLP-1 te ayudarán a sentirte satisfecho antes, pero estos consejos te serán de ayuda:
Desde los partidos de fútbol hasta las noches en casa, el otoño suele ser sinónimo de comidas reconfortantes y calóricas. El equilibrio es la clave:
Las vacaciones de otoño son para conectar y disfrutar, no para restringirse. Con la ayuda de los tratamientos con GLP-1 para controlar el apetito, puede darse un capricho con sus platos favoritos de la temporada sin descarrilar sus objetivos.
En HolaVida, nuestros planes de pérdida de peso GLP-1 son:
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Introducción: Puede parecer simple, pero la hidratación es una de las partes más olvidadas de un viaje exitoso de GLP-1. Debido a que los medicamentos como Semaglutida y Tirzepatida ralentizan la digestión y a veces embota las señales de sed, muchas personas accidentalmente terminan bebiendo menos agua de lo que su cuerpo necesita, lo que lleva al estreñimiento, fatiga y dolores de cabeza.
Cuando se inicia el tratamiento con GLP-1s, con medicamentos como Semaglutida o Tirzepatida, es normal experimentar algunos cambios digestivos; después de todo, estos medicamentos actúan ralentizando la rapidez con la que se vacía el estómago. Pero ciertos alimentos pueden hacer que esos efectos se sientan mucho más fuertes, provocando náuseas, hinchazón o malestar.
Una de las mayores sorpresas para muchas personas que empiezan a tomar medicamentos con GLP-1, como Semaglutida o Tirzepatida, es lo diferente que se siente al comer. De repente, el apetito disminuye, las comidas son más ligeras e incluso puede que a veces se olvide de comer. Aunque esto puede parecer una ventaja, también significa que el cuerpo no siempre recibe la nutrición o la energía constante que necesita a lo largo del día. Ahí es donde entran en juego los tentempiés inteligentes.
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